lunes, 20 de febrero de 2012

El vuelo de las mariposas



Advertencia: El presente texto tiene alto contenido metafórico

El atrapar mariposas es un juego de niños. Las mariposas son llamativas, tienen hermosos colores, un aleteo sensual, un vuelo seductor, generalmente vuelan solas y son esquivas a los encantos de las flores que pasan desapercibidas, pero les gusta posarse sobre ellas también, esas flores ansían ser tenidas en cuenta por la mariposa, abren sus capullos para mostrar su interior, resaltan su aroma esperando que la mariposa lo note, pero la mariposa nunca pasa mucho tiempo posada sobre la misma flor, eso es lo que ellas no parecen prever.

Esto aparece grotesco para las otras plantas del jardín, esas que no dan flor. 

Otro detalle importante sobre las mariposas es que sólo viven unas pocas semanas, siempre al límite y sin pensar en el futuro, como si supieran de su efímera existencia. Algo notable es que los mosquitos también viven muy poco tiempo, así sucede como si la naturaleza se encargara de desechar lo que no tiene una misión tan importante en la Tierra.

Las mariposas son hermosas y llamativas, están allí para que admiremos su belleza, su gracia, para ser hipnotizados por su vuelo por un rato, pero el intentar cazarlas es un juego de niños...¿Para qué encerrar a una criatura cuya existencia es tan efímera? Yo prefiero las abejas, que trabajan hasta el cansancio, que conservan lo mejor de cada flor y con ello fabrican dulzura, que poseen un lenguaje único, cazar mariposas es un juego de niños...y yo ya crecí.

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