martes, 10 de enero de 2012

Gente que pierde gente


Es famosa la frase que dice que todas las personas con las que nos cruzamos en la vida nos dejan algo. Mmh...duele admitirlo cuando uno siente que ha perdido a alguien, duele mas admitirlo cuando ese alguien nos dice: “Me lo vas a agradecer, vas a ver que cuando el dolor pase, serás mas fuerte” No es que me haya pasado ¿No?...Me contaron. En fin el punto es que aquí vengo a reivindicar la contracara de esta frase, la famosa “Mejor perderlo que encontrarlo”. Pero tratemos de verlo desde una perspectiva sin tanto despecho, si es posible claro. Mejor perder que encontrar, es decir reencontrar, porque cuando uno encuentra por primera vez a alguien no sabe que hubiera sido mejor perderlo, además recordemos la primer frase, siempre algo nos deja. Algunos sólo nos dejan el alivio de que ya no estan, otros nos dejan cosas que se olvidaron en casa, una media, un pen drive, cd´s, plata, un auto, una suculenta suma que les sacamos en el divorcio.
Hablando en serio, en la primera etapa de un duelo amoroso hay que recordar esta segunda frase y no la primera, esa viene a nuestra mente luego, con el tiempo.
Hay mas gente de la que pierde gente que de la clase que busca, es increíble la cantidad de gente con la que interactuamos en nuestra vida, en unas vacaciones, en una reunión laboral, en un minuto de atención al público en la oficina...en un amorío de una noche, o varios en esa misma noche. Todas esas personas las perdemos -atención al concepto- las perdemos como quien sigue una telenovela y por dos o tres días no la mira, y la pierde...le pierde el hilo, no sabe en que estan sus personajes. Pero en este caso hemos dejado de mirar la novela porque era mala, no nos seguía atrayendo, ya no nos entretenía. Entonces ¿Quien pierde mas? Esos personajes también nos pierden, valiosos televidentes que les damos existencia. Hubo filosofos que se preguntaron si el sonido existía si no había nadie allí para oirlo, ocurre lo mismo con las telenovelas, con los programas de chimentos, las habladurías, el miedo al cuco y la magia negra, basta con no creer que existen, con no prestar atención para que no nos afecten. Me arriesgo a decir que ocurre así tambien con las personas, sólo podemos hacer existir, dejar que nos afecten las personas a las que miramos, pero no hablo de ver simplemente, hablo de contemplar, de “seguir la historia” como si fuera una obra de arte.  Las admiramos, las queremos y les entregamos nuestro deseo, como hicieron con nosotros desde que estábamos en el vientre, nos dotaron de un nombre, sexo (va a ser nena) cualidades (será tranquila como su mamá) nos dieron una profesión (va a jugar al fútbol). Y así hacemos con quienes nos rodean, los dotamos de importancia, los deseamos, los clasificamos como amigos, mejores amigos, conocidos, contactos de facebook. ¿Realmente existe ese vendedor de medias al por mayor en Filipinas? ¿Que hay de aquel profesor de Filosofía en Valencia? ¿Es significativo para vos ese empresario en Dubai? A la mierda con la teoría del caos! ¡¿En que me afecta un pescador de Indonesia?!Posamos nuestra mirada no sólo sobre lo que son, si no que tenemos nuestro propio juicio acerca de su personalidad, y acerca de la misma persona hay quizás varios juicios contradictorios, quien sabe cuanta gente me tilda dentro de las personas amigables y otras dentro del grupo de los amargados. Entonces somos poseedores de todas esas miradas. La gente que pierde gente en realidades esa que no se define a si misma, que no deciden por si solos quienes son, que necesitan de la mirada ajena que construye,  y también construir a otros según su talla y su gusto. No hemos perdido a quien ya no miramos, él nos ha perdido a nosotros, dadores de sustancia. Y cuando estamos en el otro extremo de la situación y sentimos que hemos perdido a alguien -que dejó de mirarnos-  no dejemos de mirarnos a nosotros mismos y encontremos la manera de vivir sin mas miradas que nos construyan, sin mirar tanto así si nos dejan de mirar...no dejaremos de existir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario